Antonio Muñoz García
Universidad de Granada
Moreno, Miguel (1997) Intervención psicoeducativa en als dificultades
del desarrollo. Editoriales: Ariel S. A. Barcelona pp. 135-152.
Moreno (1997) comienza explicando que la reciprocidad y la intencionalidad son factores fundamentales en todo intento de justificación racional de la necesidad de cooperación multiprofesional en los procesos educativos tomando en cuenta que el desarrollo es el resultado de la interacción entre el sujeto con su entorno teniendo transformaciones no solo el que aprende sino también lo que lo rodea gracias a su actuar. Todo agente que aprende demuestra su calidad por las acciones que realiza. Si no trasforma algo en sí, al menos sus ideas, es dudoso que el sujeto haya comprendido un poco lo que se e propuso entender.
Para que una acción educativa conjunta rinda frutos se debe fomentar la participación de los padres de forma activa en la educación de sus hijos haciendo que después se ivolucren otros padres, y finalmente generando actividades interdisciplinares. Acercar criterios y delimitar responsabilidades es un fruto de esta interacción. El participar activamente en el proceso educativo de los hijos incrementa su rendimiento. Son los padres los que poseen un mejor conocimiento de los hijos, por lo tanto, ellos pueden informar más adecuadamente sobre aspectos que pueden ser relevantes para el actuar docente.
Hoy día el desarrollo de habilidades cognitivas, sociales, afectivas, morales, etc., debe ser tomado en cuenta de manera integral, lo cual refleja si la interacción familia- escuela ha sido la adecuada o falta actuar con mayor interés.
En la familia es donde por experiencia aprenderá de conductas complejas mediante la observación y posterior ensayo y práctica que de otro modo requeriría de una inversión más prolongada de tiempo explicando tales aspectos. Tales aprendizajes, por ejemplificar algunos pueden ser cómo hacer frente a situaciones estresantes o aprender a cuidar el aseo personal.
La institución familiar es pues un contexto en el que el niño aprende a desarrollarse, aunado en menor medida a la escuela, las instituciones eclesiales, deportivas, etc.La familia, sobre las demás instituciones, tiene mayor relevancia debido a los siguientes aspectos:
- Cuantitativamente, es el ámbito donde el niño pasa más tiempo durante la infancia.
- Cuando el clima es adecuando, es en la familia donde se aprenden a desarrollar valores sociales y se aprenden normas gozando de una tolerancia mayor que la que se proporcionaría fuera del hogar permitiendo aprender a actuar adecuadamente.
- La enseñanza de valores tradicionales
- El desarrollo de habilidades afectivas que facilitan la interacción adecuada de manera modulada y coherente con individuos externos y miembros a la familia.
De ello se deriva que la involucración de los padres en la educación de sus hijos no sólo debe ser promovida por los padres mismos, sino también por las autoridades y demás agentes escolares.
El rol del psicopedagogo por ejemplo, será proporcionar de información acertiva de como facilitar el desempeño escolar de sus hijos, optimizar el aprovechamiento de los recursos educativos, proporcionar orientación y apoyo, así como coordinar el diseño, planificación e implementación de programas preventivos dirigidos a la reducción de la probabilidad de que existan transtornos de conducta o dificultades de tipo emocional.
Esto hace notar que la formación de los hijos requiere de una constante formación de los padres para que puedan responder a los cambios generados a lo largo de la educación de sus hijos.
De existir fracaso escolar, familia y escuela se ven responsabilizados y deben actuar juntos para resarcir los errores cometidos. El fracaso escolar es entendido por Martínez Muñiz (1986) como una dificultad grave que puede experimetar un niño con un nivel de inteligencia normal o superior, para seguir un proceso escolar de acuerdo a su edad. Este fracaso se encuentra marcado por al confunsión y desorientación. Para actuar oportunamente, se pueden modificar los siguientes aspectos:
- la autoestima del individuo
- el manejo de pulsiones
- el establecimiento de principios de disciplina y normas de conducta.
Para que sea más ágil la modificación de estos factores disruptivos, la escuela puede evaluar como ha de resolver los problemas de ajuste escolar o familiar, ya que esta es la responsable de la educación formal del estudiante. Se busca con ello mejorar la implicación educativa de los padres, nulificando el desinterés en la educación de sus hijos.
Para que las oportunidades educativas realmente se proporcionen a sus destinatarios en la sociedad, se deben suavizar las brechas que se dan a nivel microsocial debido a las disfunciones que se dan en cada familia, dado que esta es objeto de promoción o marginación.
Los miembros escolares y familiares deben hacer su mayor esfuerzo por incrementar las oportunidades de desarrollo positivo para que tales brechas y demás obstáculos se vean reducidos haciendo que la calidad educativa del estudiante aumente junto con su calidad de vida. Esto no será posible sino hasta que la atención en los puntos críticos como lo es la constante comunicación familia- estudiante- escuela se vea impulsada de manera activa por mecanismos de organización que se esmeren en activar y mantener dinámicos los procesos de estimulación para el aprendizaje.
Victoriano Téllez Pérez
Me ha gustado las aportaciones que hizo en base a la lectura. ¿cómo actuar con falias cuyo ambiente no es el más sano ni seguro? podrían generarse otras figuras dentro de la misma escuela, sin que ello perjudique la autoestima de los estudiantes.
ResponderEliminarSería interesante que se logre una revolución mental en los docentes que aún no logran comprender la Reforma Integral, pues al lograr comprender esta lectura supondríamos una mejor interevención educativa.
ResponderEliminarSin la intervención adecuada de la familia, difilmente la escuela puede alcanzar los objetivos trazados, por eso es necesario fortalecer los vinculos de interacción para lograr consolidar resultados satisfactorios.
ResponderEliminarLa familia es determinante, para bien y para mal, en la construcción del individuo. Indudablemente, es necesaria una mayor vinculación entre la familia y la escuela, más es conveniente revisar el estado interno de ambas instituciones. Una escuela funcional no puede avanzar en su labor educativa si el alumno pertenece a una familia altamente difuncional y en sentido inverso sucede lo mismo.
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