viernes, 23 de mayo de 2014

Comentarios sobre: Ethica cordis de Adela Cortina. Universidad de Valencia.

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Ética cívica
En 1978, España vivió el reconocimiento oficial del pluralismo decretado en su Constitución, el cual trajo consigo la identificación de lo que la sociedad española pudiera compartir ya que, sin un consenso, sería bastante difícil enfrentar lo venidero de modo exitoso. Es por ello, que a pesar de los comentarios postmodernistas que tratan de descartar cualquier opción de convicción común, se plantea la “ética cívica” o “ética de los ciudadanos”, gracias  a la cual se mantienen vigentes valores y principios básicos, tan básicos que se denominaron “mínimos” ya que por debajo de ellos se incurriría en la inhumanidad.


Procedimentalismo dialógico
Debido a que tales mínimos no encajan con la realización plena de los pueblos, se hizo necesario optar por el procedimentalismo ético, el cual se divide en utilitarista y dialógico. El primero busca el beneficio de la mayoría, el segundo busca el beneficio de todos, aún de los grupos minoritarios. De los dos, el más justo es el procedimentalismo dialógico, no obstante, al emplearse se reconocieron sus límites.  Por esa razón, se ha visto la necesidad de transformar la ética del discurso en una ética cordial, una ethica cordis. Con esta trasformación se busca mostrar otras dimensiones del vínculo comunicativo y no sólo del procedimiento.


Necesidad de los vínculos
Según Adela Cortinas la ética del discurso es la teoría que más se apega a la naturaleza de los vínculos que nos ligan, que nos obligan a ayudar a los otros, no por fuerza u opresión, sino por ser un acto humano, todo ello con el fin de establecer la justicia en la toma de decisiones. Es necesario maximizar el reconocimiento de que necesitamos de otros para impulsar nuestros propios planes, y para ello se requiere madurez e identificar los vínculos existentes para escudriñarlos y reforzarlos.


El vínculo discursivo
La reflexión permite comprender que cualquiera que realiza acciones comunicativas está vinculado y es un interlocutor válido. Mientras éste interlocutor exprese argumentos con seriedad, se llevará a cabo un circuito comunicativo que no puede a su vez renunciar a algún interlocutor importando sus aportaciones virtuales a la discusión. El reconocimiento al que se hace referencia requiere que exista un igual derecho a la participación en las discusiones, que los comentarios tengan el mismo valor que el de todos los miembros, que si alguien se opone a las ideas consensuadas por la mayoría, apoye a colaborar en la realización de una nueva y que se opere del modo más universalizable.  


Ética de la razón cordial
La ética de la razón cordial deriva del vínculo comunicativo incluye el discursivo y va más allá, dando lugar a una ética de la razón cordial. El vínculo comunicativo no sólo se conforma por una visión argumentativa sobre lo verdadero y lo justo, sino también por una dimensión cordial y compasiva, armónica, una ética que para poder desarrollar juicios considerados verdaderos, requiera de sumergirse en la compasión y la cordialidad. La compasión tiene el poder de desarrollar vínculos  a la altura de lo que merece un ser humano, dado el enorme alcance de su capacidad cognitiva y filial. Es necesario pues, desarrollar sociedades basadas en una justicia que mire a la cordialidad antes de emitir su veredicto. 

jueves, 22 de mayo de 2014

La Ética de la Investigación Educativa. Buendía y Berrocal, (s/a).

En referencia a:
Buendía,   Leonor  y Berrocal,  Emilio (s/a). La Ética de la Investigación Educativa. Recuperado de: 

Para responder a la pregunta de ¿qué es la ética? es necesario consultar a la Real Academia Española, la cual la define como la "parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre". Ahora bien, se establece que la investigación debe ser un acto ético porque la característica de un acto ético es que se ejerce de modo responsable, evitando perjudicar a las personas, lo cual es de suma importancia para que se puedan obtener resultados integralmente favorables.

Para que la investigación se pueda hacer de forma ética se pueden seguir códigos deontológicos. Estos códigos se hacen necesarios para mantener en cuenta aspectos como el respeto mutuo, la solidaridad, la dignidad de las personas, la no discriminación, etc., independientemente del modelo de investigación que se realice.

De no seguir tales códigos, surgen problemas éticos en la investigación educativa. Estos problemas pueden derivar en la no utilización de la investigación para fines educativos y de la incorrecta utilización que se haga de la misma. De este modo, se analizan los problemas éticos con respecto a los participantes en la investigación, al desarrollo del trabajo y al mismo investigador.

·         Problemas éticos respecto a los participantes
Es necesario establecer el respeto a la autonomía de los participantes. Un daño moral se genera en una persona al emplear la información que se conoce sobre ésta de manera errónea o inventándola. Existe un buen número de investigaciones que habiendo aportado supuestos resultados importantes al conocimiento, provocaron irreversibles daños morales. Además de ello, aspectos como la privacidad, confidencialidad y cautela al emitir juicios deben ser tomados en cuenta.


·         Problemas éticos en el desarrollo del trabajo
Según Christie y Alkin (1999) existen casos bajo los cuales es probable utilizar inadecuadamente las diferentes etapas del proceso de investigación. Es desde la planificación de la investigación cuando fruto del provecho político, la publicidad o el mantenimiento del prestigio se comienza a generar un mal uso de la investigación, el cual, una vez iniciado, puede hacer que se trunque o estanque el proceso. Bajo este esquema, los resultados no poseerán características verosímiles tendiendo a aceptar hipótesis falsas, modificar conclusiones o simplificar los resultados.


·         Problemas éticos del propio investigador
Algunas veces, las grandes expectativas hacen que los autores produzcan fraudes que se plasmen en informes con datos falsos. Tal error puede desencadenar en daños a los participantes de la investigación, daños a los investigadores del gremio y años a la sociedad en general.

Entre los daños a otros investigadores se halla el plagio, de cual existen tres tipos: copia literal de un trabajo de investigación realizado por otros colegas y presentarlo como propio; empleo de trozos de textos o citas de otros autores sin citarlo; empleo de la propiedad intelectual de un autor, sin su permiso expreso.

Por su parte, la utilización de datos falsos se puede deber a desear confirmar la hipótesis a cualquier precio por representar un beneficio empresarial, o bien, conseguir mayor reputación. Estos problemas han llevado a las asociaciones de investigación educativa a establecer códigos éticos entre sus asociados.

Los Códigos éticos son estipulaciones que enmarcan las conductas éticas de los trabajadores de una misma profesión. Su centro es la consideración de valores positivos.

La American Psychological Association (APA), en el año 1940, comenzó a regular la publicación de artículos para no incurrir en daño moral, preservar la confidencialidad y respetar a los participantes de la investigación. Después de ello, en 1992, surge el código de AERA que, además de señalar la importancia del respeto a los derechos y dignidad de los participantes en la investigación, hace referencia a los fraudes de datos versando como sigue: 

“La investigación educativa no debe fabricar, ni falsificar, ni ser fraudulenta con los datos, evidencias, resultados o conclusiones. Los investigadores deben, además, controlar el uso para evitar propósitos fraudulentos”.


Con lo anterior, es posible visualizar más específicamente las implicaciones a las que conlleva el fraude, por lo que, a favor de investigaciones cada vez más fieles a la realidad, se requiere seguir códigos éticos permitiendo un verdadero desarrollo de la investigación, en este caso, la educativa.